Se acerca el verano y con el mismo una época de descanso para unos, de mayor trabajo para otros, y en todo caso, de tiempo libre para pensar y actuar. Es el momento propicio para poder planificar el resto del año, salvo para las farmacias de playa que tendrán más actividad y por tanto deberán hacerlo pasado el verano.
La crisis nos empuja a intentar cosas nuevas para superarla y, para ello, necesitamos incentivar la creatividad, cosa que se consigue al liberar la mente de las obligaciones diarias. En un viaje, en un momento de tiempo libre, en cualquier situación, puede surgir una idea que nos anime a intentar cosas nuevas. En la mayoría de las ocasiones las grandes ideas surgen como pequeños cambios de observaciones realizadas en situaciones parecidas o no, y esto, si estamos preparados para detectarlos, surgirán sin duda, durante las vacaciones y si entrenamos bien a nuestros colaboradores (empleados, conyuges, hijos, etc.) podrán aportar ideas que puedan ser evaluadas para su realización.
Viajar con otros compañeros farmacéuticos puede ser un buen motivo para debatir nuevos planes, ideas e iniciativas, sobre todo si los compañeros no son competidores directos. Desde aquí os animo a viajar, a visitar nuevas realidades farmaceuticas y a aprender y, lo que es mas difícil, a desaprender para poder ser creativos.