Antes de comenzar una serie de artículos que versarán sobre Marketing farmacéutico, quisiera hacer notar una serie de consideraciones importantes:
- Todo cuanto se hable en el desarrollo de los conceptos de marketing va ligado a una disciplina que parte de la libertad de los consumidores a la hora de elegir y de su comportamiento de compra, ajustado a una normal (curva estadística) que se basa, en este caso en el seguimiento de una ley económica que para la mayor parte de productos establece que a menor coste mayor consumo y viceversa.
- Estos postulados no son de aplicación en farmacia, al menos no en todo, por las siguientes razones:
- En farmacia el precio del medicamento viene dado, es decir el farmacéutico no tiene la posibilidad de alterar el precio de los bienes que dispensa.
- El consumo de gran parte de los productos viene derivado a través de una acción previa ejercida por otro profesional sanitario, el médico.
- El consumo de los medicamentos está subvencionado en todo o en parte por la administración pública a través de los distintos servicios autonómicos de salud.
- El precio en general, va a tener poca influencia en un consumo racional del medicamento ya que se va a seguir la prescripción médica.
- Por todo lo anterior, es necesario distinguir dos aspectos muy diferenciados en el mercado farmacéutico:
- La parte correspondiente a la dispensación de medicamentos con receta, en algunos casos denominada farmacia ética (¡como si la parafarmacia no lo fuera!).
- Y la parte correspondiente a los medicamentos sin receta, incluyendo los OTCs (On Trade Counter, o medicamentos de mostrador) y las EFPs (Especialidades farmacéuticas publicitarias), y todos las demás productos que se pueden vender en una farmacia o en una parafarmacia.
Con esto, tan solo quiero hacer ver que la ley y la deontología van a condicionar considerablemente la capacidad de realizar acciones conducentes a incrementar nuestras ventas, con un objetivo de rentabilidad a corto o a largo plazo, tal y como se pretende desde una disciplina económica como el marketing.
Sin embargo y pese a esto, muchas son las cosas que podemos hacer para fidelizar clientes y para incrementar la rentabilidad de los mismos. Cosas que sin perder de vista nuestra condición de profesonales sanitarios nos van a permitir ejercer también de empresarios.