A veces llueve y cuando llueve, llueve. Es un hecho. Los hay que les gusta y los hay que les disgusta. Incluso los hay neutros. Pero llueve.
Muchas cosas suceden con independencia de si nos convienen o no. Y ante un mismo hecho los hay que ven oportunidades y quienes ven amenazas. Esperamos sentados a que llegue nuestra oportunidad o nos movemos para buscarla?. Ejemplos de éxito y fracaso los hay para todos los gustos. Gran parte del mundo espera el paso del tren de las oportunidades. Pero no todos esperamos de igual modo.
Los que sólo y siempre se quejan a menudo expresan deseos de cambio pero viven confortables y poco dispuestos a arriesgar. Casi nadie concreta acciones de cambio. Todos estamos más cómodos haciendo lo que sabemos hacer. Y sin embargo la oportunidad llegará de manera inesperada como corresponde a una oportunidad. Sólo estando atentos y preparados para identificarla podremos tener el tiempo y la capacidad de aprovecharla. Y esto se puede aprender aunque es verdad que la mayor parte de lo que se necesita forma parte de la actitud y no de la aptitud. Pero incluso los grandes genios necesitan de la preparación que supone el estar siempre atento y preparado y conocen sus limitaciones y los riesgos que entraña la innovación.
Sería bueno ser consciente de las dinámicas generales que están cambiando y buscar las competencias que harán falta en ese futuro inmediato y perturbador que se avecina.
Y cuestionar la validez de lo que hacemos en el entorno que vemos que se nos viene encima. Y buscar variar las rutinas de modo que no nos lleven a la inactividad del confort.
Intenta ser el mejor en lo tuyo. Los mejores siempre tienen mejor cabida ante las oportunidades que nos presentarán los cambios.
Sumérgete en la tecnología. El avance de la tecnología es imparable y exponencial y estar al día es una fuente de oportunidades y de diferenciación competitiva. El tiempo va a ser el elemento más precario y las tecnologías nos van a permitir ser más eficaces en su uso.
Arriesga y asume retos y responsabilidades.
Rodéate de personas más capaces que tú. Reconoce tus carencias y óbvialas con colaboradores. Amplia tu red de contactos. Las redes sociales te lo facilitan y en el mundo no virtual multiplícate en tu presencia en los círculos de actividad que sin duda surgen en tu entorno inmediato.
Mañana será tarde. Ayer ya no existe. Aprovecha el hoy, aunque llueva.