La tecnología ayuda y además es imprescindible en cualquier propuesta de servicio para un cliente de hoy. Sin embargo dejar todo en manos de la tecnología es fiarnos de quien está detrás de la misma y puede producir el mismo efecto que han producido los móviles inteligentes o los GPS, hemos dejado de memorizar teléfonos de amigos y familiares y hemos perdido mucha habilidad en orientarnos en encontrar y definir rutas y destinos.
La tecnología dejada en manos de terceros seguramente será muy beneficiosa para ellos. Si tú entregas tus datos para que te los procesen no debes olvidar que tienen tus datos. Si quien los tiene es de tu absoluta confianza has de saber que has puesto tu futuro en sus manos pero consciente. Si no son de tu absoluta confianza ya sabes a lo que te expones.
Los programas de gestión de clientes y de la información que generas con ellos, ya sean ventas o incidencias y por supuesto las compras para poder calcular márgenes son imprescindibles para gestionar una farmacia pero tus datos, vendidos o regalados ponen tu valor como negocio en manos de quien los adquiere. Te puede parecer que te ayuda a tomar decisiones, pero lo más probable es que sea una ayuda interesada y por tanto dirigida según la estrategia de quien los explota. Incluso puede que lo haga mejor que tu. Pero vuelvo a lo de antes, ha de ser de mucha confianza pues sabrá todo sobre mí y mi manera de actuar.
Además, sucede el efecto que comentaba al principio, es decir si alguien o algún algoritmo decide por mí, acabaré siendo totalmente dependiente y no sabré hacer nada sin la ayuda del programa en cuestión. Si el programa acaba comprando e incluso decidiendo el surtido y la exposición de tu farmacia, decidirá por ti que es lo que te conviene. Si el programa te ayuda a fidelizar clientes tendrá todos los datos y motivaciones de compra de tus clientes. Si el programa toma decisiones sobre qué y cómo motivar a tus empleados pues decidirá por ti quien es y quien no es conveniente para tu farmacia. Si entregas tus datos laborales o fiscales a un programa en manos de alguien este alguien que te “ayuda” a decidir todo sobre el negocio, conocerá todos tus secretos. Y aunque sea de confianza, puede dejar de serlo y la información ya la tendrá. Y piensa que la diferencia competitiva que te permite ganar más u obtener al menos mayor margen, depende de lo que tu hagas y de cómo lo hagas y con estas ayudas, tu creatividad va desapareciendo poco a poco y acabarás siendo una farmacia tipo, una más de la cadena.
Si todas las farmacias son y actúan casi de la misma manera, estamos destruyendo el modelo y yendo hacia el modelo sajón, que como poco es muy distinto y valora de muy distinta manera tu farmacia.