Los clásicos de la economía española abogaban por la discreción y la autofinanciación como claves para el éxito empresarial.
Hay que recordar que estos profesores vivieron una época de gran dificultad, austeridad y aislamiento. Hoy, inmersos en esta crisis que no cesa, estas dos claves seguirían vigentes pero con matices.
La discreción es necesaria para no atraer demasiado rápidamente a competidores a nuestro sector o para evitar la copia rápida de nuestras iniciativas desarrolladas.
La autofinanciación en una época de impagos (retrasos dice la Administración), es un recurso al alcance de muy pocos y en otros momentos, aconsejable pero sólo en parte. Aprovechar la fiscalidad nos permite deducir los costes financieros y acumular crecimientos en instrumentos de ahorro o de inversión colectivos que seguramente, y siempre según casos, sería la política más recomendable.
Pero, ¿son estas las únicas claves?. Claves con caracter universal me refiero, claro, y el titular que he elegido ya nos da la pista de que no es así. Hay otras claves que son indispensables en todo negocio de éxito de este siglo.
La tecnología y su uso orientado, siempre con el análisis de coste - beneficio y sin caer en el snobismo de estar a la última porque esto suele ser muy caro e ineficiente, es una herramienta que no podemos permitirnos ignorar. La tecnología y sobre todo la tecnología ligada a la comunicación, al tratamiento individualizado de masas es un modo de llegar a nuestros clientes y de tratarlos a cada uno de ellos, de acuerdo a sus necesidades. Las redes sociales, los Tweets, o simplemente la web o el correo electrónico son herramientas cuyo uso y experimentación son indisoensables por su gran eficiencia y bajo coste. Mi consejo es que observes a tu alrededor, que aprendas, que te formes y que experimentes.
La cooperación o el desarrollo de redes de profesionales, de colaboradores, de clientes, de proveedores, etc. que te permitan incrementar la inteligencia de tu sistema y que te nutran de retos e ideas, es un camino que sumado al de las nuevas tecnologías, hemos de desarrollar pronto y en equipo.
Muchos tenemos idea,s pero no todos estamos capacitados para desarrollarlas. Algunos tenemos menos ideas, pero estamos en posición de encontrar medios y personas para su desarrollo. Otros son desarrolladores natos, si se les ofrecen medios y personas. Algunos son temerosos de desarrollar en solitario, pero empujados por un equipo, son ordenados y profundamente disciplinados a la hora de sumar esfuerzos. Todos somos sino necesarios, si convenientes para afrontar con éxito nuevas iniciativas.
Liderar proyectos. Aprovechar redes. Crear equipos. Este es un camino apasionante hacia el éxito empresarial, profesional y humano.
¿A qué esperas?